España, flamenco y Eurovisión

España, flamenco y el Festival de Eurovisión

A menudo se tiende a decir que ‘por favor, no mandemos más flamenco a Eurovisión’. En la mayoría de los casos, el motivo más recurrente es argumentar que nunca se obtiene un buen resultado en el festival con las propuestas ‘lolailos’ (tildadas así por gran parte del sector). Pero, nos preguntamos, ¿verdaderamente hemos llevado flamenco al Festival de la Canción de Eurovisión? ¿Es el flamenco el género que no funciona en el concurso? Vamos a hacer un repaso de las propuestas que han pasado por uno de los festivales de música más importante del mundo.

Conchita Bautista: ¿Flamenco o canción ligera?

No sólo se le atribuye a Conchita Bautista el título de ser la primera representante de España en Eurovisión, sino también se la califica de llevar un tema flamenco al festival. Sí, muchos no estaréis de acuerdo con esta afirmación; sin embargo, está ahí presente. Es decir, hay gran parte del sector de eurofans que tachan su actuación como flamenca, y desde aquí decimos que lo único que tiene flamenco su primera actuación son los gorgoritos y giros finales en su voz.

Tanto Estando contigo, el tema que presentó en 1961, como Que bueno, que bueno, de 1965, no son canciones de género flamenco. Aunque muchos lo desconozcan, y una gran mayoría sí lo sepa, en los años sesenta existió un género musical llamado la Canción ligera, dónde se incluyen artistas como Conchita Bautista, Karina, Los Sírex, Marisol, Salomé o el propio Camilo Sesto, aunque acabaría virando su estilo musical hacia otro género. Estando contigo no es una coplá española, no es un tema flamenco, sino que es un tema de música ligera interpretado por una artista cuyos giros vocales pueden recordar a toques flamencos, pero nada más. Y por supuesto, el traje es una bata de cola española, que se usa en espectáculos flamencos, sí, pero no significa que la canción lo sea.

Peret y la Rumba catalana

En el año 1974, el cantante catalán Peret era seleccionado de manera interna para representar a España en el Festival de Eurovisión. Peret viajaría hasta Brighton acompañado por su guitara y un grupo mixto de coristas y palmeros. En esta ocasión, sí que podemos decir que estamos ante un tema más flamenco que los anteriores, pero sin ser flamenco en su rama más estricta. Este Canta y sé feliz es un tema que podemos incluir en el género de la Rumba Catalana, un estilo que deriva de la rumba flamenca y de ahí su cercanía al flamenco en sí.

Peret es uno de los mayores exponentes de la rumba catalana, junto a otros tantos. Sin embargo, lanzamos la pregunta de sí podemos considerarlo flamenco o no, porque este género bebe de las influencias de la música cubana, el rock & roll y de la música afro. Canta y sé feliz bebe también de estas influencias, aunque como hemos dicho se acerca más al flamenco. Por cierto, ¿sabías que la canción se iba a llamar No sirve de ná pero le censuraron ese título?

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Remedios Amaya: A la deriva con el flamenco

Desde este reportaje, creemos que llegamos al culmen y a la clave exacta del motivo por el que escuchamos eso de “no flamenco a Eurovisión”. Radio Televisión Española elegía en 1983 a Remedios Amaya para el concurso, una cantante de etnia gitana que aún no contaba con ese reconocimiento internacional. Sin embargo, tampoco le hacía falta, pues Amaya era, y es, una de las mejores cantaoras de flamenco de este país; y sí, si os fijáis he dicho cantaora y no cantante, porque aquí si llegamos a una propuesta propiamente flamenca.

¿O quizás no? Este quizás tenemos que matizarlo porque no cabe duda de que la propuesta lo es, pero que la base de la canción, así como en todo su álbum Luna nueva, se basa en el flamenco – rock es innegable. Esta base rock es olvidada por muchos, que sólo la trazan de una actuación basada en “la que canta descalza” y “la flamenca de la barca”, cuando verdaderamente hay mucho más allá: hay una voz maravillosa, y una base, que no es flamenca.  Eso sí, los zero points marcaron un antes y un después (¡y eso que no eran los primeros!)

Azúcar Moreno: ¿El único éxito del flamenco?

Para arrancar el último decenio de siglo, RTVE invitaba a las hermanas Azúcar Moreno a representar a España en Eurovisión en Zagreb, sede del concurso. Las hermanas Salazar llevaban desde 1983 en el panorama musical, trabajando junto a sus hermanos los Chunguitos. Antes de su participación en Eurovisión consiguieron lanzar tres discos, destacando el éxito Debajo del Olivo, tema que pertenecía al álbum Carne de Melocotón (1988), que vendió 80.000 copias.

Sin embargo, esas copias serían un papel de fumar con respecto a lo que supuso su éxito con Bandido, el tema con el que representaron a España en Eurovisión. Bandido vendió más de 1.500.000 copias, y supondría el verdadero éxito de lo que podría llamarse “flamenco en Eurovisión”. Y sí, decimos podría, porque realmente este tema tampoco supone una representación del flamenco.

No cabe la menor duda de que la canción, compuesta y producida por Jaime Stinus y Raúl Orellana, se trata de toda una innovación musical (o así la clasificaron los críticos). Bandido es un tema que se podría mover en estilos como la tecno – rumba, el flamenco y el pop, algo que se ve en la fusión de instrumentos musicales como la guitarra española, los bombos y las castañuelas; pero como bien decimos no llega a ser un flamenco en sí.

El quinto puesto de Azúcar Moreno supo a poco después de ese fallo técnico que vivieron. Pero además, supo a poco debido al éxito que obtuvo la canción: tanto en España, como América del Sur y en Europa. En Turquía, la cantante Askin Nur Yengi lanzó una versión en turco; en los países de la antigua Yugoslavia, bandido es un tema muy conocido, tanto que lo hemos visto interpretado por artistas eurovisivos como Slavko Kalezic (Montenegro 2017) o Vasil (Macedonia del Norte 2020.

Blanca Paloma: flamenco para unos, pop flamenquito para otros

En el año 2023 la alicantina Blanca Paloma se alzaba con el triunfo de la segunda edición del Benidorm Fest. Su propuesta, titulada Ea, Ea, causó gran controversia entre todos los públicos. A priori, a pesar del género, Blanca acaparó toda la atención de los seguidores del concurso por la propuesta escénica: limpia, ordenada, narrando una historia y llena de sentido. Asimismo, dicha propuesta acompañaba a la canción y al poderío y control vocal de la alicantina, lo que se demostró en el apoyo del voto demoscópico y el televoto. 

Tras su victoria se generó el primer debate: «¿Es o no es flamenco lo que lleva España a Eurovisión?». Para muchos, el tema de la cantante no es flamenco puro en sí, sino que bebe de otras fuentes ya que, dentro del flamenco hay mil ramas. Para otros la calificaban de un pop flamenquito; y para otros era puro flamenco. 

A pesar de ello se generó mucha controversia con respecto a la actuación de Blanca Paloma en Eurovisión y su resultado. Blanca obtuvo la plaza 17 en el concurso con 100 puntos, siendo la última del televoto y la 9 para el jurado. Esta posición abrió el debate sobre si el flamenco funciona o no en Eurovisión, además de un segundo debate, relacionado al siguiente año con la propuesta de María Pelae, y estaba basado en si el mal resultado de la alicantina pesaría en la votación a la propuesta de la cantante malagueña. 

Finalmente, María Pelae, cerrando ese debate siempre respondía tajantemente con que se han llevado muchos años pop y baladas a Eurovisión y el resultado había sido el mismo. Sin embargo, mencionaba la cantante, no se le achacaba al estilo, algo que sí pasa con el flamenco. Por tanto, ¿Funciona el flamenco en Eurovisión? ¿Es problema del estilo? ¿Es realmente flamenco lo que se ha llevado en las propuestas españolas?

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